¿Qué te dice la música que escuchas?

21 enero 2023 | Categoría: Lecciones de vida , Relaciones de pareja , Relaciones Tóxicas

La música hace que todo sea más bonito, desde el entreno, el trabajo, hasta la convivencia con los amigos. Pero… ¿qué es lo que escuchas?

El hecho de que una canción «suene bonito», es decir, que tenga un buen ritmo y un estilo pegajoso, no significa que la letra sea correcta o que te aporte algo positivo. De hecho, debemos recordar que la música es muchas veces la expresión de los sentimientos que el artista está viviendo en ese momento.

Por ejemplo, en el documental biográfico de Laura Pausini, «Un placer conocerte» (disponible en Prime Video), ella narra cómo su vivencia de adolescente al tenerse que separar de su primer amor la inspiró a componer uno de sus temas más conocidos «La Soledad» .

Por eso, hay que tomar en cuenta que los artistas también son humanos, y se expresan desde sus emociones y conocimientos de una etapa de sus vidas, que en ocasiones pueden ser letras que reflejen pensamientos incorrectos, inmaduros, o desde el punto de vista de una persona dañada o herida, que debe trabajar en su sanidad emocional.

El problema es, que el público que escucha esta música, generalmente no analiza con atención éstas letras, y se deja llevar por la tendencia del momento: a veces sola la escuchan y se dejan llevar por el ritmo sin ponerle caso a la letra, y otra veces, «romantizando» o idealizando la letra, aunque el concepto sea equivocado.

Quiero compartirles mi análisis de algunas letras de canciones que te harán pensar dos veces lo que estás escuchando. Tomen nota que estos son solo algunos ejemplos, pero debemos prestar atención a todo lo que escuchamos.

Idealizando una relación tóxica

La canción «Limón y Sal» de Julieta Venegas tiene un ritmo muy simpático y un tono romántico, inocente y juguetón. Sin embargo, la letra nos habla de una relación de una persona enamorada de una persona tóxica. En la etapa inicial del enamoramiento, hay una tendencia a ignorar los defectos de la otra persona, se toleran, permiten y perdonan muchas cosas que a la larga, van causando un daño muy profundo y finalmente la persona resulta atrapada en una relación dañina de abuso emocional, psicológico, e incluso físico. Veamos la letra:

Tengo que confesar que a veces no me gusta tu forma de ser. Luego te me desapareces y no entiendo muy bien por qué.

No dices nada romántico cuando llega el atardecer. Te pones de un humor extraño con cada luna llena al mes.

Pero a todo lo demás le gana lo bueno que me das… Solo tenerte cerca siento que vuelvo a empezar.

Yo te quiero con limón y sal, yo te quiero tal y como estás, No hace falta cambiarte nada. Yo te quiero si vienes o si vas, si subes y bajas, si no estás seguro de lo que sientes.

«Limón y Sal» – Julieta Venegas

La letra empieza diciéndonos que ella ya detectó que no le gustan muchas cosas de la forma de ser de su pareja. No es romántico (solo al inicio tienen una fase de conquista y luego nada), tiene un humor extraño (piensa que es por la luna, es decir, no comprende ni porque actúa así), se desaparece (le hace la ley del hielo o la ignora). Estas son clásicas características de un manipulador y de un narcisista. Él está haciendo su juego mental para enredar emocionalmente a su víctima. (OJO: en este caso me refiero al manipulador «masculino», porque es la chica quien canta la canción, pero fácilmente podrían invertirse los papeles).

Lo más triste, es que la chica es feliz «solo con tenerlo cerca». Es decir, a pesar de que él no la ama, -o al menos, entendemos por la letra que no demuestra un amor real- ella es feliz con las migajas de amor que le da. Y aún más: ella incluso piensa que es perfecto y que «no hay que cambiarle nada». ¡Cuidado!

Dependencia emocional vs amor propio

En las relaciones de pareja, muchas veces se llega a formar un vínculo tan fuerte, que a veces las personas pierden su identidad personal si no están con la pareja. Pensar que no es posible continuar la vida sin la pareja (aunque en el momento se sienta así) es un concepto muy equivocado e incluso podría tratarse de dependencia emocional. Sin embargo, es muy común idealizar las relaciones como las venden las películas y las canciones.

Vemos dos ejemplos en las siguientes canciones: «And I’m telling you I’m not going» interpretada por Jennifer Hudson en la película «Dreamgirls» y «I have nothing» interpretada por Whitney Houston en «Then Bodyguard».

Jennifer Hudson en Dreamgirls

No, no, there’s no way
No, no, no, no way I’m living without you
I’m not living without you
I don’t wanna be free (…)

«And I’m telling you I’m not going» – Jennifer Hudson
Whitney Houston en El Guardaespaldas

Don’t walk away from me
I have nothing, nothing, nothing
If I don’t have you

«I have nothing» – Whitney Houston

Una dice que no va a vivir sin el otro y que no quiere ser libre (como si quisiera estar encadenada), mientras la otra dice que sin su pareja ella no tiene absolutamente nada. Debemos cambiar esa idea errónea y comprender que la vida no se acaba cuando se termina una relación. Podemos ser felices sin pareja… de hecho debemos ser felices por nosotros mismos y que la pareja solo añada, pero no depender de ésta para ser feliz. La felicidad viene de dentro, y más aún, si encontramos nuestra felicidad en Dios.

Me gusta mucho la evolución que tuvieron cantantes como Adele y Miley Cyrus después de sus rupturas amorosas, que las llevaron a descubrir el amor propio, y sacar las mejores versiones de cada una.

I didn’t wanna leave you, I didn’t wanna lie
Started to cry but then remembered
I can buy myself flowers
Write my name in the sand
Talk to myself for hours
Say things you don’t understand
I can take myself dancing
And I can hold my own hand
Yeah, I can love me better than you can

«Flowers» – Miley Cyrus
Miley Cyrus en Video Oficial Flowers

De hecho la última canción «Flowers» de Miley Cyrus nos muestra que ella finalmente logró romper con la dependencia emocional y aprendió a amarse a si misma, a diferencia de la canción «Wrecking ball» donde nos habla del dolor y la desesperanza ante la reciente ruptura con su pareja. Este es un claro ejemplo de cómo la música refleja las emociones de las diferentes etapas de una persona y debemos ser más críticos con lo que escuchamos.

Elige sabiamente

Ya sea que cantes la letra o no, la música que escuchas impacta tu cerebro. Elige con sabiduría de qué alimentas tu alma y tu espíritu, porque a la larga y a veces de forma inconsciente, impacta en nuestra forma de pensar y de actuar.

Foto por Mohammad Metri en Unsplash